AQUÍ NO ERA
El universo se expande en los ojos de perros solitarios que solemos confundir con fantasmas. Cualquiera puede ser víctima del tiempo o sus fallas, y es sabido que los testigos no siempre recuerdan las cosas tal cual sucedieron.
A veces piensan que ni siquiera estuvieron allí y que no son parte del entorno. Hay ladridos, la noche menguando. El universo finge quedarse quieto, pero no engaña a nadie.
Todos somos un poco cómplices de que ningún lugar sea el mismo dos veces.
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