LA FRÍA NATURALEZA DE LOS SOMBREROS
El sombrero se cree inamovible. Aún cuando sus desplazamientos sean continuos. Cree que puede participar de cualquier conversación, moviéndose entre las manos de su dueño. O escuchar desde la lejanía de un perchero.
El sombrero es un espía de sus propias intenciones. Siempre listo a desaparecer si la oportunidad es propicia. Traidor de guillotina, nunca aceptaría la culpa si puede endilgársela a alguien más.
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