NO SABEN QUE EXISTO
El policía que se cansó de llegar último a la escena de los crímenes decidió empezar a cometerlos. Pero se descuidó, no hay que olvidar que la suerte es una moneda de tres caras que cae donde menos se la espera y alguien lo ve junto a la víctima y otro policía llega a la escena, declarándose conquistador de esa pequeña matanza.
Nuevamente, el último lugar espera a nuestro pequeño hombre, nuestro solitario asesino que solo quería que alguien notara que estaba ahí. Pero ni siquiera, su crimen es tapado por una catástrofe en un país lejano, relegado a páginas perdidas en un diario llenos de publicidades atractivas al ojo fácil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario