domingo, 8 de enero de 2023

 

LA LLAMADA



Vemos pasar al flautista, pero ninguna de las numerosas ratas que infestan este pueblo lo sigue. Pensamos que pese a su rostro alegre, lo debe embargar la tristeza, el encono, la seguridad de que no podrá exigir fastuosas recompensas ni amenazarnos luego, cuando nadie quiera pagarle por sus servicios. Sin embargo, sigue tocando su música. Es una música muy pegadiza, debemos reconocer, y algunos han salido de sus casas para escucharla mejor. Pero ya se aleja y con él las bellas notas que, no sé por qué, nos vemos obligados a seguir, como si un mágico encanto se hubiese producido desde nuestro pueblo y hacia el barranco al que en un par de horas llegaremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario